martes, 31 de agosto de 2010

KNOCK-OUT ELECTORAL

Al parecer, a excepción de Alberto Benigno Espinoza Najarro, ciudadano que planteó la tacha contra Alexander Martín Kouri Bumachar, candidato a la alcaldía provincial de Lima por el Partido Político Cambio Radical —inscrito en el ROP, el 20 de enero del 2005—, ante el Jurado Electoral Especial de Lima Centro, nadie más esperaba la resolución del JNE, ratificándola. Hemos quedado sorprendidos casi todos los ciudadanos y ciudadanas, comprometidos o no, con alguna de las ofertas electorales en competencia, con miras a conquistar el poder regional o municipal, a través de las urnas, este domingo 3 de octubre, en todo el territorio peruano.
Uno, porque la acción ejecutada por el JNE, organismo con máxima autoridad en temas electorales, ha resultado ser más que certera y efectiva, acorde a las normas vigentes. En un país como el nuestro, en una época como la actual, considerando las aberrantes experiencias de la década pasada cuando la corrupción cual pulpo inhumano y antidemocrático, carcomió todos los cimientos de nuestro estado de derecho, dejándolo mal herido y casi agonizante, era de poco esperarse.
Y dos, porque un candidato del “peso” de Kouri, con una basta experiencia en la materia —esto es, en la lid proselitista y como él mismo dijo, con cuatro procesos electorales ganados—, se le haya escapado una, nos deja a todos la sensación que en una batalla electoral, nada está determinado ni es previsible, dada la alta competitividad de la oferta electoral como la marcada volubilidad de un electorado indeciso. Amén de los expertos y expertas en estas lides, que ponen a juego todas sus habilidades y artilugios, que no dejan de causar sorpresa.
Tras el sillón municipal metropolitano, se inscribieron en el JNE 11 candidaturas, de las cuales, la de Cambio Radical tendría que ser encabezada por el siguiente en la lista respectiva. Pero sucede que la ciudadana Hilda Yvonne Melanie Frayssinet Gaviria, reconocida actriz de la televisión peruana y primera regidora, ha desistido de la alternativa. Se habló y se propuso también que sea el ciudadano Fernán Altuve-Febres, candidato a regidor en el segundo lugar, de la misma lista.
No obstante, ante la negativa de la máxima autoridad en temas electorales, el candidato a regidor Fernán Altuve-Febres se ha mostrado discrepante y muy altivo, señalando que en todo esto hay un trasfondo político que no sólo le interesa sacar de competencia a Kouri, sino, a toda la lista de Cambio Radical. Por ello le están negando el derecho a hacer campaña política y presentarse como candidato a la alcaldía en reemplazo de su candidato tachado. “Yo no me voy a considerar un depositario, soy un actor", afirmó en una entrevista televisada.
Mientras los candidatos debaten para aceptar un cambio radical después de la inesperada tacha que para muchos, sabe a un baldazo de agua fría, los otros candidatos aspirantes al sillón metropolitano, se arrogan ser los acreedores de los supuestos votos que han quedado sin candidato. Incluso, quienes aparecen en los últimos lugares en las encuestas realizadas, se han concedido la facultad de soñarse como alcaldes virtuales, generando infinidad de muecas risibles en el electorado desengañado, desencantado, y hasta desafectado de la politiquería con la que convivimos desde hace muchísimo tiempo.
Pero Fernando Tuesta, especialista en temas electorales, ha señalado que sólo la mitad de los votos de Kouri, optarían por dirigirse a otras candidaturas, dentro de ellas, la actual favorita en las encuestas, Lourdes Flores, quien no pudo o no supo como conquistar palacio de gobierno en tres frustrados intentos, y ahora, ansía la alcaldía metropolitana en un desesperado intento por no desaparecer de la tribuna política.
Definitivamente, con el inesperado y certero golpe que ha dejado tendido en la lona a un contrincante, la escena política, en la ciudad de Lima, está dando giros no previstos que comprometen las voluntades y deseos, más de individuos que de organizaciones, que están invirtiendo en la campaña, mucho más de lo que sus imprevisibles resultados puedan retribuir. Pero las leyes son claras, y esperamos, que así también sean las decisiones de quienes tienen en sus manos la facultad de cumplirla y hacerla cumplir. En la última semana, el Jurado Nacional de Elecciones, ha dado un claro y respetable ejemplo de ello, digno de imitarse.
El inciso 2 del artículo 6º de la Ley de Elecciones Municipales, Ley Nº 26864, indica como requisito para ser elegido alcalde, “Domiciliar en la provincia o el distrito donde se postule, cuando menos dos años continuos”, requisito que no cumple el candidato tachado, y apeló, aferrándose a la figura de “domicilio múltiple”; sin embargo, en calidad de presidente regional, cargo a dedicación exclusiva, de acuerdo al segundo párrafo del artículo 20º de la Ley Nº 27867 (Ley Orgánica de Gobiernos Regionales), le estaba prohibido desempeñar otra actividad laboral. “El Presidente Regional desempeña su cargo a dedicación exclusiva, con la sola excepción de la función docente”, indica la citada ley.
Pero más allá de los intereses ocultos o de los trasfondos políticos involucrados en el proceso de tacha contra el candidato Alexander Kouri, que muchos han señalado en el afán de desvirtuar o deslegitimar las resoluciones emitidas al respecto, por las instituciones competentes; está el respeto a las normas legales vigentes que todo ciudadano y ciudadana le debe. Sin distingos ni privilegios ni excepciones de ningún tipo. La igualdad ante la ley, es el requisito fundamental para sentar las bases de la complicada estructura de una sociedad humana democrática.
Evidentemente, es en las épocas de competencia electoral que en sociedades como la nuestra, la heterogeneidad se manifiesta en sus máximas expresiones. Junto a ella, los afanes por hacerse del poder político, nos muestran actitudes y personalidades diversas; relaciones de poder, bastante complicadas, que validan aquella frase bastante conocida, “hecha la ley, hecha la trampa”. Muy nociva, por cierto.
La ratificatoria por unanimidad de la tacha interpuesta contra la candidatura de Cambio Radical, por el JNE, como ya lo han señalado muchos, marca un precedente para próximos procesos electorales, en el sentido que toda oferta electoral debe ajustarse a los mandatos de la normatividad vigente, a fin de contribuir a la construcción de una sociedad peruana realmente democrática, donde la máxima “igualdad ante la ley”, vaya más allá de la simple proclama, y se manifieste en la cotidianidad de todos los peruanos y peruanas. (El incumplimiento de la presentación detallada del financiamiento partidario, ante la Gerencia de Supervisión de Fondos Partidarios, de la ONPE, es otro tema pendiente que constituye una omisión a la normatividad electoral vigente por la mayoría de las organizaciones políticas en competencia).

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