domingo, 8 de abril de 2012

EL PRESIDENTE EN SU LABERINTO




Publicado en el Suplemento DOMINICAL del 08 de abril del 2012
Oficialmente, desde el 28 de julio de 2011, Humala Tasso, son los apellidos que ningún peruano ignora, y en gran parte del mundo, son muy reconocidos. Por supuesto, son los apellidos del Presidente de la República, que al mismo tiempo es el Jefe del Estado, el representante de la nación y el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas.

No es para menos. En los últimos días, Ulises (uno de los hermanos), Isaac (el padre), Elena (madre del Presidente), hasta Antauro (el hermano prisionero y condenado a 19 años de prisión por los delitos de rebelión y homicidio simple), han ocupado los titulares y primeras planas de los medios escritos, radiales y audiovisuales, en todo el país.

Al respecto, ante la diversidad de enfoques en la transmisión del comportamiento mostrado por Antauro en prisión, su madre Elena Taso, en una entrevista televisada afirmó lo siguiente: “La prensa es mala, se ha ensañado con mi hijo”, para después recomendar que “la prensa tiene también que hacer justicia”, pero también aprovechó la tribuna para decir que Keiko Fujimori “no tiene ninguna autoridad moral para hablar de Antauro”, porque ella fue una mala hija, le quitó el puesto a su madre, por ejemplo, al asumir el cargo de Primera Dama, es una señora que “no mira la paja en su ojo”, dijo. “Denuncio y también pido que el ingeniero Fujimori que tiene peor delito que son derechos humanos esté en el penal de la Marina que le corresponde”, declaró.

Más o menos, el laberinto se inició cuando se difundieron fotografías de Antauro, que lo mostraban haciendo una vida holgada y placentera en prisión, es decir, lo pintaban como un reo gozando de privilegios por el sólo hecho de llevar el apellido Humala. Un iPhone y una laptop, contaban entre sus pertenencias que utilizaba en su celda, y entre sus artículos de consumo, la internacional marihuana. Que parece ser, ésta última, fue la gota que rebasó el vaso de agua de la paciencia presidencial y de la curiosidad de la opinión pública.

Del penal de Piedras Gordas, pasó al centro de reclusión Virgen de las Mercedes de la Escuela Militar de Chorrillos, a causa de un informe de inteligencia que advertía de un intento de secuestro de su padre Isaac. Ante el alboroto mediático generado por este traslado que revelaba e invitaba a sospechar de las gollerías debido a su consanguineidad, fue trasladado al penal de la Base Naval del Callao.

Tanto Isaac Humala como Elena Taso, progenitores de Antauro, han sostenido en más de una oportunidad que su hijo Antauro no merecería estar en el penal de Piedras Gordas. Es más, Isaac Humala justificó los supuestos privilegios o excepcionalidades de Antauro en prisión, por ser hermano del Presidente, y hasta habló de un derecho natural. En otros términos, es justificable que el Presidente Ollanta ordene o permita privilegios para Antauro, por ser su hermano. Elena Taso, también declaró que se sentiría más tranquila si Ollanta va a visitar a su hermano Antauro.

Pero no sólo los apellidos Humala Tasso, se han convertido en elementos mediáticos muy difundidos en los últimos días. Conjuntamente a ellos, no pudo quedar desapercibido el nombre Nadine Heredia. La Primera Dama y esposa del Presidente Ollanta. Para Ulises Humala ella es la Presidenta de facto, e incluso percibe una relación de subordinación hacia ella de parte de algunos ministros de estado.

El carga montón mediático llevó a que la llamada opinión pública pida a una sola voz que el Presidente hable. Y habló. “Yo no he dado ni daré jamás una orden para beneficiar a alguien”, dijo tajantemente, porque tiene 30 millones de hermanos y porque esas decisiones fueron tomadas por el INPE y por el Ministerio de Justica en base a unos informes de inteligencia. Pero el Presidente, no habla de privilegios, sino de aquello que tanta daño ha hecho, hace y continuará haciéndolo si es que no se toman las medidas urgentes y pertinentes para su combate frontal. El Presidente habla de esa peste que parece tener raíces milenarias porque está tan arraigada en nuestra cultura; el Presidente habla de corrupción.

Entonces, si el Presidente habla de corrupción, y a la vez señala que las funciones referentes a la administración de las prisiones del país, competen al INPE y al Ministerio de Justicia, tácitamente está señalando casos de corrupción en esas dos instituciones. Porque “el tema de Antauro está circunscrito a lo que es el Ministerio de Justicia y el INPE, y ahí se va a quedar, al margen de lo que digan mis padres”, ratificó Ollanta Humala. Palabras que obligaron a que su hermano Ulises declarara que faltó que Ollanta deseara ser el hijo de cualquier vecino.

“Yo no comparto nada ni de lo que dice ni de lo que hace ni de lo que piensa (mi hermano Antauro)”, aseveró. Además aclaró que ha dado órdenes expresas a sus ministros para que no hagan caso a ninguno de sus familiares cuando van a tocar las puertas para pedir puestos de trabajo, favores, negocios o cualquier otra cosa. “Cada familiar del presidente tiene que continuar viviendo como vivieron”, concluyó.

El Premier Óscar Valdés, confirmó que la decisión de traslado de Antauro de un penal a otro, ha sido tomada por el INPE, además de haberse realizado con toda normalidad, negando así los supuestos maltratos que Antauro denunció haber recibido por parte de encapuchados durante su traslado. Sin embargo, el Presidente de la Corte Superior de Lima, Héctor Lama, pidió más transparencia en esas decisiones porque no están del todo claras. Para Vargas Llosa, ha sido una medida muy acertada porque ya eran “intolerables” los excesos de Antauro. “Esa vida de exhibicionismo, de provocación sistemáticas que han estado haciendo mucho daño al gobierno y a las instituciones democráticas”, era necesario cortarla de raíz, enfatizó el Nobel de Literatura.

En medio de todo ese embrollo aparentemente fraternal, se difundieron las últimas encuestas de medición de la popularidad del Presidente y sobre la aprobación de su gestión gubernamental, aplicadas por la empresa CPI. Bajó en varios puntos (52.6% lo aprueban), mientras que su esposa Nadine Heredia, subió (cuenta con la aprobación del 66,1% de la población encuestada). Sólo Mario Vargas Llosa, parece ser el peruano que experimenta una gran satisfacción por el papel cumplido por la Primera Dama, y además piensa que los peruanos debemos estar agradecidos por ello. “Ella apoya notable y eficazmente la labor del Presidente”, opinó el escritor.

No sólo sorprende e invita a la polémica la medición de la aprobación de Ollanta y de Nadine, y la metodología comparativa empleada entre ambos. También resulta poco más que polémico, la percepción de la influencia que la Primera Dama logra sobre las decisiones del gobierno. El 61,4% de los encuestados considera que Nadie influye mucho en el gobierno. En total, el 83% considera que Nadine sí influye en el gobierno. Cifras que podrían justificar que Ulises Humala la considere la Presidenta de facto del Perú, y que el periodista Álvarez Rodrich se refiera al “sacolarguismo” como una de las modas más seguidas en el Perú. Ollanta, fue más técnico para explicarlo: “Ella (Nadine) lo que hace es colaborar conmigo, ella lo que hace es apoyarme en las actividades que hago, como hace la familia peruana”.

Pero más allá o antes de discrepar sobre si la competencia de género ronda o no por el gobierno, o que si los lazos consanguíneos (“escándalos familiares” los llama Mario Vargas Llosa) empañan o no la labor gubernamental de Ollanta Humala, o si Alberto Fujimori tiene más privilegios que Antauro Humala, está la presencia virulenta de la corrupción en las instituciones públicas del país. A pesar de los esfuerzos por combatirla y de las normas dadas a favor de ese objetivo, de lograr una administración pública transparente y regular su funcionamiento bajo marcos éticos socialmente aceptables, la corrupción es un bicho raro y mortal, parasitario, que continua carcomiendo lo poco que aún queda de la esperanza de construir al fin, un país próspero y humano, cohabitado por ciudadanos y ciudadanas identificados y comprometidos con objetivos y metas comunes. Ollanta Humala no sólo reconoce que “El trabajo de hacer gobierno es muy difícil”, sino, está seguro que la aprobación que tiene (52,6%) no es poca, además aseguró que “es una aprobación que da confianza, que estamos haciendo las cosas bien”, sin embargo, “mi preocupación no son las encuestas, dijo,… mi preocupación es que el salario mínimo vital tenga que aumentarse antes del 28 de julio”... Palabra de Presidente.

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