viernes, 27 de marzo de 2009

SINSABORES DE UN DIFERENDO MARÍTIMO

Al parecer, 129 años después, la llamada “Guerra del Pacífico” –que tanto leímos en los libros de secundaria, y aprendimos que ésta terminó un 20 de octubre de 1883, con la firma del Tratado de Ancón–, no ha terminado. También leímos que un 3 de junio de 1929, se fija las fronteras terrestres entre Perú y Chile, con la firma del Tratado de Lima. Un año después (el 21 de agosto), en esta zona que luego se denominó "Concordia", una Comisión Mixta de Límites Perú-Chile, acordó colocar el Hito Nº 1 (ubicado a 180 metros del océano Pacífico), y así finiquitar las controversias en ese sentido. Sin embargo, en los últimos meses, después de conversaciones diplomáticas, el miércoles 16 de enero, nuestro país presenta a la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya (actualmente presidida por Judge Rosalyn Higgins), una demanda referida a las controversias sobre delimitación marítima con la república de Chile. Este mismo día, el presidente de la República, Alan García, lee un mensaje en el parlamento peruano, señalando que el Perú ha dado este paso “con firmeza y serenidad, sin estridencia”, para después pedir a todo el país, prudencia, responsabilidad, unidad y respaldo, ganándose el aplauso y el respaldo de todas las bancadas. Esta demanda que Alan García no considera “un acto inamistoso ni agresivo”, y que obedece a la histórica vocación pacífica del Perú, provocó la inmediata reacción diplomática de Chile, que en palabras de su canciller, Alejandro Foxley, "lamenta profundamente", porque “se desconocen tratados vigentes entre ambos países y se desconoce la práctica aplicada por décadas”; aun así, recalcaron que ellos seguirán apostando por "la cooperación y el entendimiento", pero que tomarán todas las acciones que correspondan para la defensa de sus intereses. No obstante, la presidenta de ese país, Michelle Bachelet, dijo que el límite marítimo, motivo de la controversia “ya ha sido establecido y los tratados y las prácticas nos dan la razón". Alan García, respondió que también es lamentable que no se haya llegado a un acuerdo previo por la vía diplomática, pudiendo haber sido satisfactorio para todos, y evitar “seguir mirándonos como adversarios potenciales”, señaló. La demanda, básicamente requiere la intervención de la Corte, en dos puntos fundamentales: Determinación del curso del límite marítimo entre los dos Estados conforme al derecho internacional, y, reconocimiento y declaración que el Perú posee derechos soberanos exclusivos en el área marítima situada dentro del límite de 200 millas marinas de su costa y fuera de la zona económica exclusiva y de la plataforma continental de Chile. Sobre este proceso, que para el embajador Hugo de Zela podría durar hasta seis años, si Chile plantea la incompetencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya para resolver el problema —aunque el embajador, José de la Puente Radbill, señala que no hay motivos para ello—; Allan Wagner Tizón, señaló tener la convicción que “nuestros derechos serán reconocidos" y espera que no se convierta “en un elemento de crispación de los pueblos”, sino en una vía pacífica para resolver nuestras diferencias. Aunque los esfuerzos diplomáticos de nuestro país están dirigidos a no atizar el fuego del desacuerdo, el ex ministro de Defensa, Roberto Chiabra, ha declarado que “Chile es un país que no tiene identidad nacional” agregando que “son prepotentes y soberbios” porque suponen poseer unas fuerzas armadas de mayor capacidad operativa que las nuestras. Por su parte, el congresista, Juan Carlos Eguren, sumamente preocupado, declaró tener información que revela las intenciones militares de Chile de contar con unas fuerzas armadas superiores a Perú, Bolivia y Argentina; en consecuencia, continuó el congresista, Perú debe incrementar su potencial bélico. “Esperemos que no haya ningún acto de fuerza por parte de Chile, un acto de matonería…, espero que eso no suceda”, declaró a su vez, el congresista Rolando Sousa, temiendo una reacción militar por parte de Chile, por lo que sugirió que nuestro país debería de presentar una medida cautelar al respecto. Hasta el congresista Isaac Mekler Neiman, pidió al gobierno no apresurarse en concesionar nuestros puertos, aludiendo a empresarios chilenos interesados en ese negocio, incluso se refirió a otras inversiones chilenas que ya operan en nuestro país, responsabilizando a Proinversión de esa situación, ente al que calificó de “Proregalón”. Pero el presidente del Congreso de la República, Luis Gonzáles Posada, avocado a calmar las aguas, dijo que la demanda presentada por el Perú, de ninguna manera significa que se hagan sonar "tambores de guerra", porque dicha demanda responde a principios del derecho internacional. De igual manera, el ministro de Defensa, Ántero Flores Araoz, señaló que la demanda peruana se sostiene en argumentos jurídicos sólidos y en nuestra tradición histórica. A pesar de los fantasmas sobre un posible conflicto bélico entre los países vecinos involucrados en el diferendo —que resulta un absurdo en estos tiempos de globalización y consolidación de la democracia como mecanismo de convivencia humana—, resalta la intención pacífica y civilizada de ambas partes y la voluntad de esperar y respetar la sentencia de la Corte. No estando demás, aunarnos a la petición de nuestro jefe de Estado: “Dios bendiga a nuestra patria”. (Artículo que publiqué en la página política del Suplemento Dominical del Diario La Industria de Chiclayo, el día 20 de enero de 2009.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario