miércoles, 25 de marzo de 2009

¡VADE RETRO, HOMOLOGACIÓN!

El día 26 de abril del año 2004, mediante ley Nº 28212, se crea la Unidad Remunerativa del Sector Público (URSP). Años después, a nuestros ministros de Estado, laboriosos ellos y ellas, a tiempo completo, se les ocurre la gran idea, después de –no lo discutiremos– un merecido descanso de fin de año –resaca incluida– de solicitar la homologación de sus remuneraciones con las percibidas por nuestros Congresistas de la República –no menos laboriosos por supuesto–. Esta URSP (cuyo monto es fijado anualmente por el Poder Ejecutivo; siendo actualmente de S/. 2,600.00; monto fijado por DS Nº 046-2006-PCM, publicado el 31 de julio de 2006), busca ordenar, en términos jerárquicos, las remuneraciones de los “altos funcionarios y autoridades del Estado”, encabezados por el Presidente de la República (quien percibe las más alta renumeración en este rubro, la que no será mayor a diez URSP) y coloca en la cola a los Alcaldes y Regidores Distritales, quienes percibirán una remuneración en proporción a la población electoral de su circunscripción hasta un máximo de cuatro y un cuarto de URSP por todo concepto. Los Congresistas perciben una remuneración equivalente a seis URSP, a ello aspiraban los Ministros de Estado. El Decreto de Urgencia Nº 01-2009, convertido en la manzana de la discordia de los primeros días del nuevo año (fue publicado en el diario El Peruano, el día sábado 3 de enero de 2009), amparado en el literal b) del articulo 4º de la Ley Nº 28212, y en el artículo 39º de nuestra Carta Magna, fue, podemos considerar, el “Feliz Año Nuevo” del Ejecutivo a toda la nación. Las apreciaciones críticas, más en contra que a favor, no se hicieron esperar y se convirtieron en lo que el Premier ha denominado un “cargamontón” contra el Presidente de la República, a pesar de los grandes esfuerzos que se están haciendo para mejorar el servicio a la ciudadanía a fin de combatir la pobreza y extrema pobreza. No importa si la austeridad nacional está vigente, y que el fantasma de la crisis mundial haya iniciado su horroroso trajinar, los ministros merecen una mejor remuneración, opinaron el Premier, la Fiscal de la Nación, la CONFIEP, hasta Pedro Pablo Kuczynski. Pero Castañeda Losio, Alcalde de Lima, no se quedó callado y su abierta discrepancia con la medida, incitó una respuesta poco amical del Premier Yehude, quien en un primer momento defendió el decreto de urgencia, justificando la importante labor en bien del país que realizan los ministros, pero después de la tormenta, dijo que en defensa de los intereses del pueblo, habían acordado solicitar la derogatoria de la misma; todo un “sacrificio”, en palabras del Premier, que debe ser compartido por los otros sectores. Alan García, acorde con la coyuntura y de cara a un publicitado “Plan Anticrisis” que ha generado más temores que el calentamiento global, no le quedó otra opción que saludar la decisión de sus ministros, considerándolo una “capacidad de desprendimiento” digna de aplausos, y que debe servir de ejemplo para otras personas e instituciones. No obstante, de las palabras de Alan García, podría esperarse una homologación “hacia abajo”, lo que implicaría una reducción de las remuneraciones de los congresistas (que ahora perciben 22 mil nuevos soles, con el aumento de octubre de 2008, incorporándose los gastos operativos) hasta volverla equivalente al ingreso de los ministros (15 mil nuevos soles aproximadamente, sin la ansiada homologación); pero esperar ello, es como esperar el congelamiento del infierno o la conversión de las piedras en pan para cubrir la canasta básica familiar de millones de compatriotas que ven como una broma de muy pésimo gusto la confrontación entre altos funcionarios del Estado por aumentarse miles de soles, cuando ni un sólo céntimo se ha pensado aumentar el ingreso mínimo vital, por ejemplo. Lo simpático del asunto, es que la euforia del Premier Simon (que para el teniente alcalde de Lima, Marco Parra, ha rayado con la malcriadez), ha dejado entrever que el aumento de remuneraciones es sinónimo de una mejora en la lucha contra la pobreza en el país, básicamente de Lima, contrariándolo al Alcalde Castañeda por oponerse a la medida. Yehude considera que es una medida “estrictamente legal y justa” porque cumple el mandato de la Ley Nº 28212, pero el Premier olvida que en el país, no es la única ley que necesita cumplirse. Y la fiscal de la Nación, Gladys Echaíz, lo sabe, por ello ha pedido que “comencemos a cumplir la ley”. Obviamente, estamos de acuerdo con ella. No sólo han sido los planteamientos de diversos personajes públicos, sino, el malestar que ha expresado la ciudadanía a través de los diversos medios de comunicación masivos, lo que ha hecho retroceder la medida del decreto de urgencia en cuestión, que traía cola, porque se pensaba, en palabras de Yehude Simon, mejorar el nivel de ingresos de todos los técnicos del Estado. Miles y miles de soles más, agregados a las remuneraciones percibidas por los funcionarios públicos, que de ninguna manera (hasta ahora no se conoce un estudio que lo confirme) es un factor que pueda garantizar una mejora en la función pública y en el cumplimiento de los objetivos de las políticas de Estado. “A mayor remuneración, mayor eficiencia profesional o técnica”, es un mito que aspiramos todos aquellos que apostamos por un país cada año más próspero y saludable, democrático y equitativo, pero sólo es un mito. Y la historia y experiencias cercanas, se han encargado —y continúan haciéndolo— de mantenerlo así. No obstante, una remuneración que permita satisfacer las principales necesidades de una persona, es un deseo justificable desde cualquier punto de vista; pero pretender ello, en un país como el nuestro, rompiendo toda norma de equidad, resulta una aberración que no se condice con los principios de una austeridad en el gasto público, vigentes desde el año 2006, ni hace honor al nombre del nuevo año 2009: “Año de la Unión Nacional frente a la Crisis Externa”. Con todo y ello, “Al Perú no lo van a hacer retroceder porque tenemos algo que no tienen otros y se llama fe, se llama confianza, se llama coraje frente a la adversidad. En todas partes se habla del Perú como un fenómeno, y algunos hablan del milagro peruano en Europa y en el Asia”, enfatizó Alan García. Bien, por nosotros, entonces. Chiclayo, jueves 08 de enero de 2009. (ARTICULO QUE PUBLIQUÉ EN LA PÁGINA POLÍTICA DEL SUPLEMENTO DOMINICAL DEL DIARIO LA INDUSTRIA DE CHICLAYO, EL DÍA DOMINGO 11 DE ENERO 2009; EN RESPUESTA A LA INTENCIÓN DEL EJECUTIVO DE AUMENTAR LOS HONORARIOS DE LOS MINISTROS DE ESTADO.)

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