martes, 2 de junio de 2009

LA ERA YEHUDE

El día 1 de diciembre del año 2000, Valentín Paniagua Corazao, ex Presidente de la Republica durante el corto periodo que él denominó “Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacionales”, firmó el indulto de Yehude Simon Munaro, después de una ardua tarea que protagonizaron su esposa y sus cuatro hijos. Hoy en día, este personaje da inicio a esta nueva historia que se está escribiendo desde el martes 14 de octubre, al asumir la Presidencia del Consejo de Ministros. Un sector de la oposición se opone a su nombramiento, sosteniendo que su formación política es de izquierda (pero de una izquierda que los analistas consideraron coqueta con la lucha armada como alternativa para llegar al poder y desde ahí, generar cambios deseables en la sociedad peruana). Incluso, un extremo de esta oposición llega a señalarlo “promotor del MRTA” en palabras del congresista fujimorista Carlos Raffo. Yehude mantiene la serenidad y se limita a responder así: “¿Ustedes creen que los lambayecanos van a votar por un terrorista?”. Otra fecha histórica favorable a la ascendencia política del actual Premier, es el 5 de octubre. En horas de la noche de este día, en un noticiero televisivo, el ex Ministro del Interior Fernando Rospigliosi, difunde los ya famosos audios que la ironía peruana ha tildado como “petrogates”. Esta fecha constituyó también, el punto de inflexión del gabinete del Castillo, que desembocó en la puesta en bloque de sus cargos a disposición del Presidente de la República, quien ha preferido denominarlo un “gesto político noble”, porque se van como han venido: “limpios”, aunque Jorge del Castillo haya dicho que nada tiene que ver “con las trapacerías que hemos escuchado en los audios”. Algunos dirían que gracias a las “ratas” cayó el gabinete del Castillo, y gracias a ellas también, se ha dado inicio a la “era Yehude”, que para muchos peruanos es razón suficiente para volver ha tener esperanzas en el inicio de –esta vez– un serio combate contra la corrupción y la “cochinada” –término utilizado por Alan García– en el país, que tanto daño le están causando. Yehude, fue elegido diputado por Lambayeque para el periodo 1985-1990 en la lista de Izquierda Unida. En 1991 funda el Movimiento Patria Libre que en su momento fue considerado ala legal del MRTA; y al año siguiente, fue condenado a 20 años de cárcel por un tribunal sin rostro por el delito de apología de terrorismo. También forma parte de su currículo, haber sido director del semanario Cambio, que pocos dudan haya sido el vocero oficial del movimiento subversivo que Carlos Raffo lo sindica como ex miembro activo. Dos años después de ser indultado, asume la presidencia de la Región Lambayeque por la incuestionable voluntad popular, derrotando al candidato aprista, su más cercano competidor. Y del mismo legítimo modo, es reelegido para el periodo 2007-2010, hasta que días antes de su juramentación como Premier, se vio obligado a solicitar licencia para poder ejercer su nuevo cargo, en el cual, el Jefe de Estado ha depositado toda su confianza para dedicarse a tiempo completo a tres grandes cosas: Defender nuestro país de la dramática crisis que la amenaza, luchar contra la corrupción, y luchar contra la miseria y la reducción de la pobreza. Definitivamente, la historia mantiene sus propias reglas, será por ello que el ministro de Defensa ha pedido que no le hablen del futuro. Nadie imaginó a un personaje con la trayectoria de Yehude, asumir el premierato, precisamente, en un momento de crisis política que afecta no tanto al gobierno, como sí al partido aprista, y corroe los cimientos de la consolidación democrática en el país. Si la política es una “suma de estrategias, apetitos y pasiones” (Alan García), y “siempre se cometen errores” (Raúl Vargas), por lo tanto “santos no podemos poner” (Isaac Mekler), y por ello, “no quiero que mi familia sienta vergüenza” (Luciana León); todo ello puede constituir un hito en lo que va del gobierno aprista, que marcaría su desplome indetenible, teniendo a la vuelta de la esquina el proceso de revocatoria 2008, los procesos electorales regionales y municipales del próximo año, y en el subsiguiente, el proceso de elecciones generales. Pero “el Perú no merece un primer ministro con pasado terrorista”, ha enfatizado una y otra vez, el congresista Carlos Raffo, y ha pedido que se muestren los expedientes de condena del actual Premier, porque lo único que quiere es que se conozca la verdad, para la cual pide que no “le tengamos miedo” aunque se trate de hurgar en el pasado cercano de su jefe y líder en proceso de juzgamiento por autoría mediata de crímenes de lesa humanidad. “Que nos midan, que nos midan”, ha respondido con tranquilidad el Premier quien ahora expresa un discurso acorde con la coyuntura mundial que impone el libre mercado. “Ni estado populista ni estado empresarial” ha declarado Yehude, lo que puede resumir el eje de su nuevo pensamiento político, aunque después ha señalado que “sin inversión privada no se defiende a la democracia”. Quien en su adolescencia estaba decidido a ser sacerdote, y su infancia estuvo marcada por la imagen del “Che”, el sacrificio de Javier Heraud, y “El Lobo Estepario” de Hermann Hesse; admite que a partir de la fecha de su indulto, volvió a nacer para la política. Y ahora Primer Ministro, tiene en sus manos el gran desafío de luchar contra uno de los cánceres de la sociedad peruana: la corrupción. A pesar que para Ollanta Humala, Yehude no es independiente porque sospecha de un acuerdo entre el Apra y el humanismo, el nuevo Premier está decidido a impulsar el diálogo no sólo “en las alturas” sino en el llano, con los ciudadanos de a pie que son los que mejor expresan la realidad del país. Que Alan García haya elegido a Yehude para presidir el gabinete ministerial, en un momento en el cual uno de sus compañeros de partido sea el protagonista de uno de los casos de corrupción más escandalosos de los últimos tiempos, puede significar que el partido de gobierno carece de los “cuadros” preparados para hacer frente a esta crisis política y moral que mella la imagen del país, del gobierno y de la democracia. Quizás también, algunos pueden entenderlo como la intención de desgastar la imagen positiva que ha construido el actual Premier a través de su accionar político después de su indulto, y quitarle piso en la confrontación electoral del año 2011, sacándolo de carrera. Pero el Premier ha calmado expectativas y temores al declarar que no va hablar de candidaturas porque no está en campaña electoral, y que en su momento, el país decidirá a quién elegir para que lo represente en el próximo quinquenio. (Artículo que publiqué en la página política del Suplemento DOMINICAL del diario LA INDUSTRIA, el día domingo 19 de octubre de 2008)

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