martes, 23 de marzo de 2010

EL ANTI-INDULTO DEL DÍA SIGUIENTE

Así como nuestras compatriotas pueden acceder a la “píldora del día siguiente” (anticonceptivo oral de emergencia) cuando consideran que pueden haber “metido la pata”, entre otros móviles; nuestro gobierno, con más sofisticadas pero no muy discretas maneras, pudo acceder a una resolución ministerial “de emergencia” ante la metida de pata del ex ministro de justicia, y abortar el escandaloso indulto al ciudadano José Enrique Crousillat López Torres, quien mientras cumplía condena y a la vez elaboraba su maquiavélico plan de liberación y captura de la administración de una empresa televisiva, solía jugar al “enfermito grave”. Si bien es cierto, el acceso a la “píldora del día siguiente” (R.M. Nº 167-2010/MINSA del 09 de marzo del año en curso), se ha hecho en base al desacato de una Sentencia del Tribunal Constitucional (EXP. N.º 02005-2009-PA/TC del 16 de octubre de 2009); “golpe de estado” lo llamó Carlos Mesía, su vicepresidente, y por decisión unilateral del Ministro de Salud, Oscar Ugarte; muchas mujeres o parejas conyugales, en nuestro país, tienen a la mano una rápida y posible alternativa de solución ante la necesidad de interrumpir un potencial embarazo no deseado: Consumir levonorgestrel. Algo parecido ha sucedido con el binomio “indulto/anti-indulto” que tuvo al país en jaque por varios días, mientras que el ministro de justicia de esos calurosos y fraternales días, convertido en blanco de los dardos lanzados desde todas las tribunas, empezó a desconfiar de la venda que cubre los ojos del ícono de su portafolio, obstinándose en el puesto hasta que la presidencial “patadita literal de emergencia”, lo samaqueó dejándolo sin piso, sin ministerio y con muy pocos compañeros. “Lo han tenido que botar porque no quería irse, con una patada en los glúteos”, dijo el congresista Victor A. García Belaunde. Obviamente, es poco creíble que al Presidente de la República lo hayan sorprendido con este circo donde el cómico principal resultó siendo José Crousillat y no Aurelio Pastor; éste, defenestrado, y aquel, jugando a las escondidas. “Es inverosímil que el presidente García no tuviera toda la información”, señaló Carlos Bruce. Pero la situación se volvió insoportable para un país que está lidiando entre el imperio de la legalidad y el imperio de la corrupción. Que a un condenado por crímenes de lesa humanidad se le conceda permiso especial para asistir al matrimonio de una de sus hijas; y que a otro ligado a una red de corrupción que en la última década del siglo pasado, hirió de muerte a nuestra democracia, se le conceda indulto por razones humanitarias; es ya demasiado. De acuerdo a informes médicos que refieren las infinitas enfermedades que sufre Crousillat (cardiopatía hipertensiva moderada, enfermedad vascular cerebral, fibrilación auricular crónica con respuesta ventricular controlada con antiarítmicos, obesidad y hasta síndrome ansioso depresivo, entre otras), sumado el hecho de ser un adulto mayor de 77 años de edad, fueron los dos casos —de los cuatro que señala el Reglamento de la Comisión de Indulto— que aceleraron una respuesta favorable a la concesión de su indulto. Pero debido a que “existirían indicios de inexactitud en la información relativa al estado de salud” del indultado, de acuerdo con la lógica del juez del Segundo Juzgado Penal Especial de Lima, quien también ha ordenado su ubicación y detención, el día domingo 14 de marzo, se publica la R.S. Nº 056-2010-JUS refrendada por el Jefe de Estado, el Premier y el todavía Ministro de Justica Aurelio Pastor, dejando sin efecto la R.S. Nº 285-2009-JUS que concedió el indulto. “Ha sido un indulto hecho en base a un engaño”, refirió Mauricio Mulder, después que las aguas y los ánimos volvieron a su cauce, incluso, en el local principal del partido de gobierno. Anulado el indulto, perseguido el ex indultado y fuera de cartera Aurelio Pastor, ha quedado en el aire y vibrando aquella declaración que dio después de su relevo. Todo este embrollo se reduce al hecho de imponer sus intereses un grupo económico vinculado a uno de los principales diarios de circulación nacional, obstinado en promocionar su candidato presidencial para la batalla electoral del 2011. Aurelio Pastor, fue claro y preciso: “Yo no me arrodillo ante El Comercio”, dijo; declaración que para Carlos Bruce obedece a su inestabilidad emocional, porque “no todos los días lo botan a patadas a uno de un Ministerio”. Mientras que Víctor García Toma, nuevo Ministro de Justicia desde el día jueves 18, hasta que quizá una nueva “bravuconada” le mueva el piso, simplemente declaró que el tema del indulto “es un tema resuelto”, pero que haría todo lo posible para que esta gracia presidencial “reciba el trato que corresponde”. Y en medio de tan apasionada batalla verbal, donde los enredos y desenredos nos sugieren no sólo que las lides proselitistas han ingresado a una etapa de zigzagueo temperamental, sino que “poder” podría escribirse con “J”; resulta saludable que el congresista José Vargas dijera que “ni el Apra, ni el gobierno, menos el presidente, tiene la intención de atentar contra la liberta de prensa”. Mucho más saludable que cualquier gesto humanitario realizado en los últimos meses, por supuesto.

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