miércoles, 7 de enero de 2015

MARIO VARGAS LLOSA OPINA



Cortesía www.elpais.com

En la edición del 28 de diciembre de 2014, del diario español El País, el peruano y español, o el español y peruano, Mario Vargas Llosa, escribe sobre el inesperado anuncio del jefe de estado norteamericano Barack Obama referido al levantamiento del embargo económico a la república centroamericana de Cuba, después de cuatro décadas, en un artículo titulado “Cuba y los espejismos de la libertad”. (http://elpais.com/elpais/2014/12/24/opinion/1419434541_015317.html)

Pero Vargas Llosa no celebra tanto el anuncio y la medida del levantamiento del embargo económico, que el sentido común nos informa que beneficiará de alguna manera a la población cubana, como sí celebra y exalta sus emociones, la idea de un acercamiento o la implementación de medidas por parte del gobierno cubano del tipo que Vargas Llosa denomina “Libertad económica”.

Que un país más, abra sus puertas a la religión neoliberal, es suficiente para celebrarlo hasta el éxtasis, para el escritor.

Es decir, Vargas Llosa exalta, aplaude, celebra y promueve una “Libertad económica” propia de cuentos de hadas, en tanto, no concibe límites ni marcos que regulen el accionar de los actores económicos, en este caso específico, de las empresas y consorcios empresariales trasnacionales, entre otros. En otros términos, todo límite a dicha “libertad económica”, significa un atropello imperdonable. Para Vargas Llosa, la libertad económica debe ser plena, porque cree ciegamente que el mercado sí es una fuente, la única, quizás, de desarrollo, prosperidad, equidad y humanidad. La ironía de las ironías, la única fuente capaz de convertir a todo ser humano en un empresario de éxito.

Pero cuando se trata de “libertada política”, Vargas Llosa no se muestra tan contento ni feliz como ante la otra libertad que sí defiende “desinteresadamente”. Toda libertad política, al parecer, para Vargas Llosa es bienvenida siempre y cuando no signifique poner límites o regular a la sacrosanta “Libertad económica”.

Años atrás, refiriéndose al crecimiento económico de Perú, por ejemplo, difundió una idea un tanto ingenua: el éxito de algunas grandes empresas representaba el éxito del país. Es decir, los libros contables de dichas instituciones en azul, significa una bonanza de todo el país.

Puede entenderse que para Vargas Llosa, democracia es sinónimo de –y solo de- “libertad económica” antes que de “libertad política”. Es el discurso que predica en todo el mundo. Ninguna otra libertad merece ser defendida que no sea la “Libertad económica”; aunque solo sea la libertad económica de los monopolios y oligopolios, en todos sus matices y presentaciones. Sin embargo, hasta Friedrich Hayek, el padre de la religión neoliberal, condenó a los monopolios. Mario Vargas Llosa, opina.

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